¡Viene septiembre!¡qué felicidad! lo estábamos deseando, y tú también... ¿A qué
sí?
Las
vacaciones son muy duras, por eso mi jefe, en su infinita sabiduría mi jefe me
da pocos días libres. Me quiere y no quiere que sufra demasiado.
Sí amigos,
por eso las vacaciones son cortas, por vuestra propia salud. Sobrevivir a tres
meses de vacaciones es algo destinado para los niños (esos pequeños están
llenos de energía y su capacidad de recuperación es asombrosa) y los
profesores. Los profesores son superhéroes a los que encargamos buena parte de
la educación de nuestros hijos, han de ser superhombres y supermujeres... a ver
si hay suerte y les enseñan a Eneko e Iago como sobrevivir a tres meses de
vacaciones con 40 años y de mayores pueden hacerlo.
Septiembre
mola, es el principio del "año cultural". Es verdad que el calendario
empieza en enero, pero en septiembre empieza el curso docente, la temporada de
la mayoría de los deportes, los coleccionables del quiosco. Es el principio de
temporadas de series de la tele, de los programas de radio.
¿Sabíais que
es el mes en el que más gente se apunta al gimnasio? No es enero, no son las típicas
promesas de año nuevo de "voy a dejar de fumar", "voy a
apuntarme al gimnasio" (lo de ir habitualmente ni te lo planteas),
"voy a aprender inglés".. todo eso, se promete en diciembre pero la mayoría
se inicia en septiembre. La primera razón es que somos españoles y ¿para qué
vamos a hacer algo con tiempo si podemos empezarlo cuando quedan tres meses del
año y podemos hacerlo con prisas? Preguntádselo a los pobres del Atlético
de Madrid, que a poco tienen que jugar algún partido en el Puerta Bonita por la
correcta programación de obras del Wanda Metropolitano
La razón de
los gimnasios es otra. A los gimnasios nos apuntamos en septiembre porque la
operación bikini ha sido un fracaso, nos hemos pasado unos días en bañador y hemos
visto la realidad frente a frente, no hemos ligado una puta mierda y pensamos
que si nos apuntamos en septiembre, el año que viene vamos a estar buenísimos
para el verano y nos vamos a hinchar a follar... Menos mal que en octubre ya se
nos ha pasado la tontería, porque lo cansadas que son ya las vacaciones si nos hincháramos
a follar con el calor que hace no sobrevivíamos ni a las dos semanas de
rigor.
He sido
socio de al menos cuatro gimnasios... sí, socio. Porque en todos los gimnasios
a los que he ido (menos el primero al que fui, que el dueño nos llamaba alumnos
con toda la razón del mundo… lo que aprendí con Ulises sobre entrenamiento sigo
usándolo con éxito) me han pedido que firme un contrato en el que te llaman
socio. ¿Socio? ¿como cuando en las pelis de abogados te ascienden en el bufete?
¿bufete o buffet? siempre me lio, un día entro en el que no es y me lio a comer
denuncias.
Pues eso,
que eres socio... si eso significa que eres dueño de pequeña parte del gimnasio
¿qué os pediríais? yo no lo sé. Sé que no quiero ser el dueño del secador de
pelo, que he visto algunos soplándose el ojo de Sauron y los kiwis con él muy
cerca.
Dejadme
llevarlo a más... si os dejaran ser dueños de lo que sea, ¿qué os pediríais? basándome
en mis cuarenta años de experiencia como persona humana, os diría que os pidáis
reserva. Es verdad que un yate puede molar más de entrada, pero ¿cuánto vas a
montar en yate al año, diez días? e igual te mareas, yo vendí mi yate porque me
mareaba.... en serio, en Wallapop lo vendí. Puse un anuncio por 1 millón de
Euros y me escribió un tipo: "es que no tengo más que 500 €, pero te doy
también una moto que tengo yo en venta, no arranca pero es azul". Y se lo
vendí. Así funciona Wallapop, no puedes saltarte las reglas el primer
día. ¿queréis una moto azul?
Reservas,
son la obsesión de muchas personas, en serio. Mi primer contacto con las
reservas obsesivas se remonta a mi niñez; en aquella época en las bodas (al
menos en las de mi pueblo, que suelen tener más invitados que la de Garzon) no se organizaban
las mesas y los invitados se sentaban según llegaban al banquete. Entonces, había
gente que se iba a toda prisa desde la iglesia y mientras los novios recibían
la lluvia de arroz se dedicaban a colocar chaquetas y reservar mesas para sus
grupos...
En el
instituto era la cafetería, las mesas buenas para el mus tenían algún abrigo o
carpeta desde primera hora, aunque los jugadores fueran a aparecer tres o
cuatro horas más tarde. Algún cruce de bofetadas he visto yo por no respetar
reservas.
En la
universidad, los sitios en el aula. En el gimnasio (¿veis? decís que no, pero
mi discurso sigue un hilo.... con más giros que las siete revueltas pero un
hilo) vuelve a ser exagerado y motivo de algún cruce de bofetadas, en el
gimnasio los hay que entran durante la clase anterior y van dejando sus cosas
en la bicicleta que más les gusta aunque en ella estés tú intentando respirar y
no morir taladrado por el musicón. En el último que estuve esto estaba prohibidísimo
y si interrumpías una clase te echaban de la siguiente, con lo que había una
cola cruzando la sala de pesas de gente preparada para el spinning. Igual de
molesta, pero fuera. Como los mexicanos para Trump tras construir su muro.
Y es que
somos unos apasionados de reservar, incluso en vacaciones es tremendamente
importante estar medio metro más cerca del agua aunque eso suponga ir a
reservar antes de que amanezca, y no exima de que otro ponga su toalla con sus
pies a 20 centímetros de tu cara, su reggaetón bien alto para que puedas
disfrutar de la poesía de sus letras. Por ejemplo, esta obra de arte del grandísimo poeta Watussi,
mi clara opción para el próximo Nobel de literatura (dadle al link, no he
elegido la mejor frase para dejaros la sorpresa de oirla entera)
Y no acaba,
en el trabajo se deja el táper en la mesa un poco antes de ir a comer. No vaya
a ser que llegues con las personas con las que desayunas a diario y tengas que
comer en mesas distintas con otros compañeros. Y en la piscina, abren la piscina y la gente ya está dejando sus mochilas en el merendero para comer cinco horas más tarde.
Como veis
todas estas cosas son importantísimas y de no conseguir reservar se han dado
casos de depresiones, insomnio e incluso tentativa de suicidio. No es para
menos.
Pues estamos
en septiembre, y como vuelve todo, hayáis reservado o no, nosotros abrimos La
Aldea de nuevo. En esta nueva "temporada" mantendremos cosas iguales,
seguiremos conociendo Galos interesantes, seguiremos haciendo humor sobre
deporte (mayormente) y de cuando en cuando, habrá algo más serio que parece que
también nos gusta. Y habrá cosas nuevas, hemos cambiado un poco nuestra imagen
e intentaremos enseñar a nuestro estilo cosas sobre correr para novatos y no
tan novatos; tendremos invitados y colaboradores de alto nivel... todo, con el
#BeGalo por bandera. Porque sonriendo, la vida mola más.
#BeGalo
Y mi
recomendación musical de hoy,
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