La fauna del barrio en el que vivo es excepcionalmente heterogénea, además de perros, gatos y una condenada multitud de ruidosas cotorras encontramos una variedad de seres humanos aparentemente muy distintos pero con más puntos en común de los que ellos se imaginan.
Durante la lectura de este
artículo de profunda investigación aprenderemos que los grupos a los que
denominaremos “Fumetas” y “Runners”, tienen unas grandes similitudes completamente
objetivas. ¿Impresionados? Yo también.
Durante la fase de investigación
y documentación de este artículo, me he infiltrado en ambos grupos, he tenido los ojos rojos y agujetas, he perdido las huellas de los dedos de las manos y de
los pies, algunas neuronas y unos pocos kilos. Ha sido durisimo, aunque me he reido mucho en ambas fases.
Tras todo este tiempo, he llegado
a algunas conclusiones que quiero compartir con vosotros.
1.- Los individuos pertenecientes a ambos grupos son extremadamente confiados con los individuos que identifican como miembros de su mismo grupo, se muestran amables y dispuestos a compartir elementos de su propia cultura sin recibir contraprestación alguna.
Por ejemplo, las frases “perdona,
¿tienes papel?” o “¿Te pilla señal el GPS?” elimina de inmediato todos sus
sentidos de autodefensa y se muestran relajados ante el nuevo individuo.
2.- Todo individuo que no es del
grupo se considera no igual y por tanto un enemigo potencial del nexo de unión
del grupo. Los individuos de ambos grupos negaran su grado de pertenencia a los
mismos en las conversaciones con los no iguales.
“¿Y te fumas muchos?” – “No
hombre, solo en fiestas y algún concierto”
“¿Entrenas mucho?” – “No hombre,
yo salgo de vez en cuando, lo de entrenar es para los que quieren ganar
carreras”
3.- Los individuos de ambos grupos
muestran una necesidad cuasi enfermiza de ser admirados por otros miembros del
mismo, y lo demuestran siempre que se sienten en un entorno que entienden como
seguro, que puede ser real o virtual.
“Ayer 7 y ya he pillado otros 30
para el finde que viene”
“El año pasado hice 3 maratones y
ya tengo dorsal para 4 y un ultra este año”
“Me he hecho uno con 14 papeles”
“Ayer me tocaba un 2x4x1000 a
4:30”
5.- Tiene una estrecha relación con
la música.
Desde hacer puzles hasta el sexo,
pasando por tomar café o escribir, hay miles de actividades en las que la
música es un punto extra para la mayoría de la gente (mi caso no cuenta, para
mí la música es un punto extra hasta para dormir).
Pero curiosamente, hay más música
“para correr” y/o dedicadas al fumeteo que a ninguna otra actividad, que yo
sepa. ¿Alguien en la sala conoce canciones que hablen de Star Wars?
6.- Dios los cría, y ellos se juntan.
Es algo que siempre me había
sorprendido de mis amigos fumetas, su capacidad para detectar iguales. Pasé
años trabajando con algunas personas sin sospechar absolutamente nada, de
organizo una fiesta en casa y al día siguiente mi amigo fumeta me cuenta que mi
compañero de trabajo cultiva en su casa, que si hay que ir a “hacer una cata”…
impresionado.
Desde que corréis, ¿Cuántos
runners se os han “confesado”? el panadero, el peluquero, el primo de la
vecina, llevan corriendo años, pero tú ni te lo imaginabas.
7.- Misión, incrementar el número de
miembros del grupo.
Nunca he visto a un fumeta fumar
sin ofrecer. Siempre, no hacerlo está mal visto si hay otro fumeta en la sala,
y cuando no lo hay creo que por una parte obedece a la necesidad de localizar
otros fumetas y por otra parte al sentimiento de culpa de ser el único que se
droga en la sala.
No conozco runners que no hablen
maravillas a otras personas sobre lo que es ser runner, que no les ofrezcan
“ayuda para empezar”, o incluso a acompañar en esos primeros escarceos con el
run.
8.- Son un mercado económicamente
interesante.
Y por ello, tienen revistas,
tiendas, ferias, eventos y ropa especializada para ellos. Tanto fumetas como
runners. Por razones legales el fumeta es un mercado mucho menor, pero no deja
de mover mucho dinero “especializado”
9.- Da hambre
Tras la meta, la panceta. Tras la fumada, la tostada. No hay mucho más que explicar, el deporte es para muchos la excusa para comer lo que les apetezca "como ya lo he quemado", y uno de los efectos secundarios del uso de cannabinoides es la necesidad irracional de azucar. Vale todo, bollos, chuches, bombones, CocaCola.
10.- No tienen nada que ver uno con el
otro.
Ambos se sienten muy orgullosos
de su actividad/pasión/forma de vida; y de su singularidad, del “no tiene nada
que ver con lo otro” unos creen que lo suyo es una cultura que admira la
espiritualidad, una actividad que genera fortaleza mental y buen humor, que
socializa, y que si bien en exceso puede perjudicar, en su justa medida se
trata de una actividad sana y recomendada por la medicina.
Los runners, también.
P.D.: Puedo demostrar estas o muy
similares coincidencias entre cualesquiera dos actividades que se vivan con
cierta intensidad (lo que se llama “friki” cuando hablamos de Star Wars, El
Señor De Los Anillos o los juegos de Rol). Puede no hacerte gracia, no todos
mis chistes son graciosos para todos, pero si te has sentido y estás deseando
defenderte; te recomiendo que te busques una vida más allá de tú afición, que
se te ha vuelto obsesión. No todos los talibanes son musulmanes ;-)
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